A este hermoso e impresionante templo se le considera una obra de arte del estilo neogótico, por su particular y su imponente construcción. Tiene en su parte externa tres portadas; la fachada principal muestra un acceso en forma de arco ojival sobre el que se abre un gran rosetón de una manufactura extraordinaria; la ornamentación de la portada principal es de corte flamígero, en el que sobresale el rebuscamiento de las frondas; cuenta con capiteles, canesillos, nichos y pináculos.
Su interior atrae principalmente por sus bóvedas llenas de nervaduras que forman hermosos tejidos en piedra de cantera. La cúpula de forma octagonal, consta de cuatro pechinas y doble cornisa y es una obra espectacular.
Los decorativos vitrales dan gran realce al templo, proporcionando una singular iluminación que transmite un sentimiento de serenidad mística a los fieles.
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