Este callejón es famoso por su peculiar leyenda sobre un
conde que, por su socialización con personas ilustres, logro tener grandes
negocios y que contrajo matrimonio con una distinguida dama. Tiempo después de
la boda inició a maltratar a su sumisa esposa, que al ser avergonzada por las
habladurías en la calle se encerró en la enorme mansión, obligada a tener que
salir por la pequeña puerta de atrás donde se encontraba un pequeño callejón,
al que después se le dio el nombre del callejón de la Condesa.
Casa
de las Leyendas
La Casa de las Leyendas ofrece al visitante un recorrido por
las más conocidas leyendas que encierra la ciudad. Entre ánimas, espectros y
misterio, el visitante recorre lugares como el callejón del beso, escucha los
terribles relatos de amor, venganza, codicia y celos de los pobladores de la
ciudad, observa cómo los cuerpos del panteón se transforman en temibles momias
e incluso baja a una mina donde la catástrofe es inminente…
Callejón
del Beso
Romántico callejón formado por dos balcones separados por tan
sólo 68 cm cuyo nombre se debe a la leyenda de dos enamorados a quienes sus
familias les prohibían verse por lo que se citaban clandestinamente en esos
balcones. Una ventana de la casa de Doña Ana, nombre de la enamorada, daba
hacia el balcón, en un angosto callejón tan estrecho que era posible, asomado a
la ventana, tocar con la mano la pared de enfrente. Don Carlos, el enamorado,
adquirió la casa de enfrente para poder verse con su enamorada. El padre de
Doña Ana descubrió a su hija en el balcón al momento de besarse con Don Carlos
y ahí mismo, de un sólo golpe, le clavó una daga a su hija en el pecho. Don
Carlos, sin palabras ante lo inevitable, dejó un tierno beso en la mano de Doña
Ana que aún seguía entre las suyas, ya sin vida. Se dice que las parejas que se
dan un beso en el tercer escalón tienen garantizado siete años de felicidad.
Este ritual es obligado para todas las parejas que visitan esta romántica ciudad.
Centro
de Pozos
Llegar hasta el distrito de la sierra Gorda desde Guanajuato,
atravesando la sierra de Santa Rosa o la carretera del Llano, es un viaje con
final tan feliz como sorprendente. Allí espera Pozos, el antiguo pueblo minero
que ahora seduce con sus preciosas calles empedradas, templos jesuitas, arte,
artesanías y el recuerdo borroso del dorado. Un remanso de paz para perderse.
La singular arquitectura de las ex haciendas de beneficio minero de este lugar,
hoy mítico pueblo fantasma, lo convierte en singular locación de filmaciones
nacionales e internacionales. Durante el gobierno del presidente López
Portillo, Pozos fue declarado Monumento Histórico. El viajero que desee conocer
el lugar, puede explorar con detenimiento todos estos atractivos turísticos y
disfrutar de una agradable estancia, así como degustar una excelente
gastronomía. Mineral de Pozos se descubre y nos muestra su historia.
Ven a Guanajuato y vive… La Experiencia de Tu Vida!